Por Alicia Kirchner
Los que siempre ven el vaso vacío quizá les sobra soberbia y no quieren ver los innumerables logros en materia económica y social que se han venido produciendo en nuestro país. Les cuesta reconocer que la Asignación Universal por Hijo es como medida de protección, lo mejor que le pasó al país en las últimas décadas. No es esta una bandera de un grupo político sino un derecho de todos los niños y niñas de nuestra patria.
Los que siempre ven el vaso vacío cuando tuvieron oportunidad de llenarlo sólo ejecutaron desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación por ejemplo en 2002, el 72% del presupuesto. Tampoco registran que por primera vez en la Argentina se destinan 13.200.000 prestaciones nacionales a personas menores de 18 años. Parecen olvidar también que hoy tenemos más del 96% de cobertura de las personas en condiciones de jubilarse; en el año 2003 estaba por debajo del 65%. Del 2004 al 2011 la cobertura de la jubilación aumentó en un 79%.
Los que siempre ven el vaso vacío no son oposición, sino un raro collage que se amalgama a la conveniencia de sus intereses, prefieren decir que no somos un país serio, pero como dijo el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, refiriéndose a la Argentina de la década del ‘90: “En Argentina, y en cualquier otro lado del mundo, ser serio fue un desastre”.
Los que siempre ven el vaso vacío tendrían que tener más convicciones, menos odio, más memoria, más entrega al país, menos ataques pueriles, empezar a servir a los intereses de la patria y no a los intereses de los grupos hegemónicos. Es una pena que hayan envejecido con recetas en sillas importadas que tanto mal le han hecho a nuestro país. Son los mediocres, los mediocres recorren caminos conocidos y son empleados de los intereses concentrados. Queda claro que en la República Argentina, para no repetir nuestro pasado, necesitamos enfrentar con plenitud el desafío del cambio. Claro que para el cambio se necesita fuego, sabiduría, ideales y sentimientos superiores. Demasiado intrascendente sería la vida sino se la viviese con ideales, dignidad y justicia social.
No es necesario hacer un detallado repaso de cuales fueron nuestros peores males en el pasado reciente que nos condujeron a fracasos, dolor, enfrentamientos, energías mal gastadas y luchas estériles, al punto de enfrentar seriamente a los argentinos entre sí, como sucedió en 2002.
No es cierto, como nos quisieron hacer creer, que todo tiene precio. El compromiso, la lealtad, la solidaridad no lo tienen. Estamos hoy caminando a una nueva renovación de los gobiernos nacionales, provinciales y locales en sus cargos ejecutivos y legislativos. Promovemos así también a nuestra juventud y lo hacemos no desde una concepción utilitarista de la vida. Queremos que sean protagonistas, que se hagan cargo, que se conviertan en actores activos de la transformación política en un país inclusivo, para que sigan protagonizando los cambios sociales y políticos en una épica de compromiso militante.
Por eso, para los que siempre ven el vaso vacío, envejeciendo en sus propias contradicciones, les pido se den cuenta, que esta oportunidad que vive el país, no es una cuestión partidaria, sino ideológica. Lo colectivo vuelve a ser posible, y lo nacional se convierte en convicción.
lunes, 27 de junio de 2011
domingo, 12 de junio de 2011
Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable
Por Alicia Kirchner
Ministra de Desarrollo Social de la Nación.
Casi el 82% de los jóvenes estudia, trabaja o ambas cosas al mismo tiempo y para aquellos que no lo hacen, las condiciones sociales y familiares distan mucho de ser las que soportaban a principios de 2003.
Cuando comenzamos nuestra gestión el 25 de mayo de 2003, pusimos en marcha un modelo de país distinto. A lo largo de estos años, tanto con Néstor Kirchner, como con Cristina Fernández de Kirchner, hemos logrado muchos avances que nos han permitido recuperar los Derechos Humanos y sociales junto con nuestra dignidad como pueblo. Los jóvenes tienen un espacio destacado y están construyendo organización social. Ha resurgido en la Argentina un fenómeno importante que no se observaba desde hace décadas, y tiene que ver con el compromiso y la participación política de una cantidad creciente de jóvenes. Esta participación no sólo la vemos con orgullo, sino que la promovemos y apoyamos pese a ciertos intereses a los cuales les molesta que la juventud sea protagonista.
Causa asombro ver cómo algunos medios intentan mostrarnos un panorama estigmatizador y de catástrofe social para el conjunto de jóvenes de entre 14 y 25 años. Concretamente, plantean que existen en la Argentina “2,6 millones de jóvenes con problemas de inserción social”, ya sea porque abandonaron sus estudios, porque buscan trabajo y no lo encuentran o porque ni estudian ni buscan trabajo.
En primer lugar, resulta una falacia tomar como referencia el trabajo de los adolescentes desde los 14 años, pues en 2008 se promulgó la Ley 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente. En nuestro país rige entonces la prohibición de trabajar para los menores de 16 años. A partir de dicha edad sólo es permitido bajo determinadas condiciones de protección. No desconocemos que aún existen familias vulnerables, pero los análisis no pueden estar condicionados por subjetividades y sobre todo si estas subjetividades estigmatizan en la desesperanza.
Existen por eso, otras maneras de analizar la realidad de los jóvenes argentinos en el marco de un proceso de reparación histórica.
En primer lugar hay que remarcar que, según datos obtenidos de la Encuesta Permanente de Hogares segundo semestre de 2010, la inmensa mayoría de los jóvenes (casi el 82%) estudia, trabaja o ambas cosas al mismo tiempo y para aquellos que no lo hacen, las condiciones sociales y familiares distan mucho de ser las que soportaban a principios de 2003. Esos hogares están siendo incluidos en diversas políticas sociales, educativas, de salud y de trabajo. Así el gobierno nacional ha dado sustentabilidad al presupuesto educativo. Existe además una línea muy fuerte de becas de formación universitaria para los jóvenes, programas para la inclusión laboral y se financian proyectos productivos y sociocomunitarios de salud, Derechos Humanos y sociales con un total de destinatarios directos e indirectos de 1.831.944 jóvenes entre los 18 y los 25 años. Estos jóvenes aportan a su comunidad, participan, se integran, producen cambios. Además y complementariamente el programa Conectar Igualdad reduce de manera progresiva la brecha digital.
Otra medida trascendente es la Asignación Universal para la protección social, que resulta en la región una de las más impactantes en lo que a inclusión social se refiere.
Pero además, y que confirma lo aquí expuesto, tenemos como dato concreto el Registro Nacional de Protección Integral de niñas, niños y adolescentes. Este registro caracteriza la real cobertura prestacional. Así podemos decir que actualmente se destinan 2.622.389 prestaciones sociales nacionales, sobre un total estimado de población de 2.700.000 de 14 a 17 años. Este registro funciona desde diciembre de 2009 por decisión de la señora presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Podemos decir así que se han recuperado y restituido derechos sociales, se trabaja cada día para conformar una ciudadanía plena, se promueve el sentido de Nación, la cultura del trabajo y el fortalecimiento de la familia y de la infancia y la juventud en particular. Se han construido nuevas igualdades; se trabaja cada día para reparar décadas de inequidad e injusticia.
El compromiso sigue vigente, la presidenta es concluyente cuando afirma que la tarea está inconclusa “mientras haya un solo pobre” en la Argentina. Esto lo asumimos cotidianamente, para transformar las realidades. Por eso estamos trabajando, para hacer una Patria cada vez más digna. Pero en esta Patria es necesario también honestidad intelectual, trabajo, esfuerzo y solidaridad. Por eso invito a todos a encontrar caminos superadores, aun a los que analizan la realidad sesgada y subjetivamente. Todos los argentinos somos capaces de seguir haciendo crecer a este gran país, y los que hoy tenemos la responsabilidad de conducirlo, tenemos claro, como decía Néstor Kirchner, que “los cargos son una cuestión temporal de la historia”, pero mientras los ejerzamos, lo haremos con toda nuestra entrega.
(Publicado el 12 de Junio de 2011 en el Diario Tiempo Argentino)
Ministra de Desarrollo Social de la Nación.
Casi el 82% de los jóvenes estudia, trabaja o ambas cosas al mismo tiempo y para aquellos que no lo hacen, las condiciones sociales y familiares distan mucho de ser las que soportaban a principios de 2003.
Cuando comenzamos nuestra gestión el 25 de mayo de 2003, pusimos en marcha un modelo de país distinto. A lo largo de estos años, tanto con Néstor Kirchner, como con Cristina Fernández de Kirchner, hemos logrado muchos avances que nos han permitido recuperar los Derechos Humanos y sociales junto con nuestra dignidad como pueblo. Los jóvenes tienen un espacio destacado y están construyendo organización social. Ha resurgido en la Argentina un fenómeno importante que no se observaba desde hace décadas, y tiene que ver con el compromiso y la participación política de una cantidad creciente de jóvenes. Esta participación no sólo la vemos con orgullo, sino que la promovemos y apoyamos pese a ciertos intereses a los cuales les molesta que la juventud sea protagonista.
Causa asombro ver cómo algunos medios intentan mostrarnos un panorama estigmatizador y de catástrofe social para el conjunto de jóvenes de entre 14 y 25 años. Concretamente, plantean que existen en la Argentina “2,6 millones de jóvenes con problemas de inserción social”, ya sea porque abandonaron sus estudios, porque buscan trabajo y no lo encuentran o porque ni estudian ni buscan trabajo.
En primer lugar, resulta una falacia tomar como referencia el trabajo de los adolescentes desde los 14 años, pues en 2008 se promulgó la Ley 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente. En nuestro país rige entonces la prohibición de trabajar para los menores de 16 años. A partir de dicha edad sólo es permitido bajo determinadas condiciones de protección. No desconocemos que aún existen familias vulnerables, pero los análisis no pueden estar condicionados por subjetividades y sobre todo si estas subjetividades estigmatizan en la desesperanza.
Existen por eso, otras maneras de analizar la realidad de los jóvenes argentinos en el marco de un proceso de reparación histórica.
En primer lugar hay que remarcar que, según datos obtenidos de la Encuesta Permanente de Hogares segundo semestre de 2010, la inmensa mayoría de los jóvenes (casi el 82%) estudia, trabaja o ambas cosas al mismo tiempo y para aquellos que no lo hacen, las condiciones sociales y familiares distan mucho de ser las que soportaban a principios de 2003. Esos hogares están siendo incluidos en diversas políticas sociales, educativas, de salud y de trabajo. Así el gobierno nacional ha dado sustentabilidad al presupuesto educativo. Existe además una línea muy fuerte de becas de formación universitaria para los jóvenes, programas para la inclusión laboral y se financian proyectos productivos y sociocomunitarios de salud, Derechos Humanos y sociales con un total de destinatarios directos e indirectos de 1.831.944 jóvenes entre los 18 y los 25 años. Estos jóvenes aportan a su comunidad, participan, se integran, producen cambios. Además y complementariamente el programa Conectar Igualdad reduce de manera progresiva la brecha digital.
Otra medida trascendente es la Asignación Universal para la protección social, que resulta en la región una de las más impactantes en lo que a inclusión social se refiere.
Pero además, y que confirma lo aquí expuesto, tenemos como dato concreto el Registro Nacional de Protección Integral de niñas, niños y adolescentes. Este registro caracteriza la real cobertura prestacional. Así podemos decir que actualmente se destinan 2.622.389 prestaciones sociales nacionales, sobre un total estimado de población de 2.700.000 de 14 a 17 años. Este registro funciona desde diciembre de 2009 por decisión de la señora presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Podemos decir así que se han recuperado y restituido derechos sociales, se trabaja cada día para conformar una ciudadanía plena, se promueve el sentido de Nación, la cultura del trabajo y el fortalecimiento de la familia y de la infancia y la juventud en particular. Se han construido nuevas igualdades; se trabaja cada día para reparar décadas de inequidad e injusticia.
El compromiso sigue vigente, la presidenta es concluyente cuando afirma que la tarea está inconclusa “mientras haya un solo pobre” en la Argentina. Esto lo asumimos cotidianamente, para transformar las realidades. Por eso estamos trabajando, para hacer una Patria cada vez más digna. Pero en esta Patria es necesario también honestidad intelectual, trabajo, esfuerzo y solidaridad. Por eso invito a todos a encontrar caminos superadores, aun a los que analizan la realidad sesgada y subjetivamente. Todos los argentinos somos capaces de seguir haciendo crecer a este gran país, y los que hoy tenemos la responsabilidad de conducirlo, tenemos claro, como decía Néstor Kirchner, que “los cargos son una cuestión temporal de la historia”, pero mientras los ejerzamos, lo haremos con toda nuestra entrega.
(Publicado el 12 de Junio de 2011 en el Diario Tiempo Argentino)
viernes, 3 de junio de 2011
Argentina Trabaja - Argentina se expresa
27 de mayo de 2011
"Argentina se expresa" en todo el país
Son actividades teatrales, artísticas y de participación para cooperativistas y sus familias. El objetivo es pensar la realidad y ayudar a transformarla en un ámbito ameno y familiar.
El programa Argentina se Expresa, a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, continúa desarrollando actividades teatrales, artísticas y de participación para todos los cooperativistas del programa de Ingreso Social con Trabajo, sosteniendo la premisa de que el acceso al arte y a la cultura es un derecho.
En lo que va del año, se realizaron presentaciones en los municipios de General Las Heras, Malvinas Argentinas,Ensenada, General Rodríguez y Campana,en la Universidad Nacional de General Sarmiento,provincia de Buenos Aires;en los municipios de Corrientes y General San Martín, provincia de Mendoza. Al final de cada presentación teatral, se invita a los espectadores a debatir e intercambiar experiencias que estimulan a pensar nuestra realidad para transformarla.
Estas actividades crean un momento en el que cada uno disfruta de la expresión artística, el teatro, el cine, la música, el canto y el circo, como ya ocurrió en los Centros Integradores Comunitarios de San Miguel y del Barrio Palito, en La Matanza. Allí, el Circo Social del Sur utilizó el arte como estrategia de intervención social, un modelo alternativo de prevención, educación y construcción comunitaria.
A partir de estos espacios de arte-juego, encuentro y comunicación generados por Argentina se Expresa, las familias pueden divertirse, crear, imaginar, aprender, jugar y formarse a través del milenario y popular arte del circo.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social se propone el rol protagónico del espectador, desde el momento en que se lo considera con derecho al acceso a las expresiones del arte y de la cultura, generando las condiciones para los comentarios y reflexiones finales.
Fuente: www.desarrollosocial.gov.ar
En lo que va del año, se realizaron presentaciones en los municipios de General Las Heras, Malvinas Argentinas,Ensenada, General Rodríguez y Campana,en la Universidad Nacional de General Sarmiento,provincia de Buenos Aires;en los municipios de Corrientes y General San Martín, provincia de Mendoza. Al final de cada presentación teatral, se invita a los espectadores a debatir e intercambiar experiencias que estimulan a pensar nuestra realidad para transformarla.
Estas actividades crean un momento en el que cada uno disfruta de la expresión artística, el teatro, el cine, la música, el canto y el circo, como ya ocurrió en los Centros Integradores Comunitarios de San Miguel y del Barrio Palito, en La Matanza. Allí, el Circo Social del Sur utilizó el arte como estrategia de intervención social, un modelo alternativo de prevención, educación y construcción comunitaria.
A partir de estos espacios de arte-juego, encuentro y comunicación generados por Argentina se Expresa, las familias pueden divertirse, crear, imaginar, aprender, jugar y formarse a través del milenario y popular arte del circo.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social se propone el rol protagónico del espectador, desde el momento en que se lo considera con derecho al acceso a las expresiones del arte y de la cultura, generando las condiciones para los comentarios y reflexiones finales.
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