Hoy por la mañana cuando me desperté -tal cual es mi costumbre- le di una mirada al canal de noticias Telesur. Con dolor y asombro veo en pantalla que el dictador y asesino José Efraín Ríos Montt fue absuelto por la justicia guatemalteca, a traves de una argucia jurídica planteada por el abogado defensor.
Hace poquísimos dias habiamos recibido -mientras en nuestro pais fallecía en prisión el genocida Videla- la excelente noticia que detallaba la condena que cabía a este ex presidente de facto de Guatemala, tambien genocida y perverso. El Tribunal Primero A de Mayor Riesgo había determinado que Ríos Montt era responsable de genocidio y delitos de Lesa Humanidad. El dictamen resultaba en condenas a 50 años de cárcel por genocidio, mientras que por delitos de Lesa Humanidad le habian impuesto 30 años. Se ordenó que sea trasladado al Cuartel de Matamoros para cumplir con la condena en ese mismo momento.
Para quien no tenga dimensión del tipo de asesino que estamos abordando tendremos algunos datos. Durante su mandato se alentaron desde el Estado como modo de persecusión y solución final "muertes violentas, violaciones sexuales, desplazamiento de pobladores y masacre de la población civil del grupo étnico ixil” entre otras aberraciones. Sobre este ultimo asunto el tribunal habia probado que en 1982 “se implementó un exterminio contra los ixiles como una forma de defender a las elites nacionales”.
Ahora los magistrados que integran la Corte de Constitucionalidad ordenaron que se realice un nuevo juicio al ex presidente dictatorial, ya que en el anterior no se cumplió el debido proceso.
Hace tan sólo cuatro dias la luchadora social Rigoberta Menchú declaraba "la sentencia a Ríos Montt es la reparación del dolor que nos negaron"... Hoy, nuevamente, las manos vacias.
Me detengo no casualmente en ésto: lo de Guatemala ocurre en la misma semana en que en Argentina supimos que el genocida Jorge Rafael Videla murió en la carcel, como correspondía. Tanto Videla como Rios Montt habian sido condenados a traves de juicios con garantias constitucionales que no conocieron ninguna de sus víctimas, ninguno de quienes ellos mandaron ya sea a torturar o a asesinar. La perversión habia sido castigada a traves de la justicia. Pero el resultado final no es igual, por el momento, en los distintos puntos de nuestra Patria Grande. No olvidemos: Pinochet murió libre, como si se tratase de un buen abuelito, a pesar de ser también un probado y execrable genocida.
Memoria, Verdad y Justicia !!
