lunes, 20 de febrero de 2017

Es la Oligarquía la que propone la violencia de una Guerra de Clases

-Por Fabián Curotto-

Hay cosas que, ante nuestros compatriotas, no hay que andar dando tantas vueltas para explicarlas. La actual gestión macrista gobierna para los ricos. Es un gobierno compuesto por oligarcas que gobierna para beneficio exclusivo de su sector de pertenencia. Y cuando retrocede en alguna medida tendiente a la transferencia de recursos desde los sectores populares hacia los sectores concentrados del poder económico, lo hacen porque encuentran una gran resistencia social, o porque ven que puede romperse algún equilibrio político al interior de su alianza. Un caso de ese estilo fue la intención de "ajustar a la baja" el cálculo de los aumentos jubilatorios, medida que generó la desaprobación de algunos integrantes "no CEOs" del frente Cambiemos. El sinuoso y muchas veces funcional al macrismo -por decirlo de modo delicado- Diputado Sergio Massa pidió, ante ese escenario, a los de su entorno que instalen en las redes sociales que "Macri recorta igual que De la Rúa". Lo asombroso fue que, al trascender ese pedido de Massa, algunos gorilas miembros del gobierno se indignaron ¡¡ desentendiéndose del hecho que Macri intentó obrar igual que De la Rúa !!
Recordemos que Fernando De la Rúa le recortó a estatales y jubilados un 13% de sus ingresos durante su presidencia. Entre tantas cosas negativas, yendo a nombres, aquella alianza tenía en sus filas a la nefasta Patricia Bullrich... uh, perdón, esta alianza también la tiene en un Ministerio. Por supuesto que hay muchas similitudes entre las dos experiencias, a pesar de los enroques. Pero una de las diferencias es la gran presencia de CEOs al frente de Ministerios y organismos. Intereses privados al cuidado de intereses nacionales, una locura. Suelo llamar CEOcracia a este experimento, y algunos me dicen que prefieren llamarla Tecnocracia, entendiendo de igual modo como gravísimo el intentar reemplazar a la mirada política integral por una mirada técnica, propia de laboratorios. Socialmente un laboratorio no es la realidad, así como un mapa no es lo mismo que un territorio. 

De todos modos, para no distraerme del lugar al que quería llegar y es el que hace referencia al título de la presente, cuando decimos que estamos frente a un gobierno oligarca estamos haciendo una caracterización fundamentada. Es que en política se gobierna en un sentido o en otro, se atiende a algunos intereses o a otros. Se busca primarizar la economía (sobrevalorando eso de "sólo exportar semillitas", materias primas) o se busca también generar valor agregado, industrializando la cadena productiva. Pero aquí en la argentina hubo intentos de no ser tan binarios, de encontrar equilibrios y matices tendientes a "dejar ser" a una sociedad diversa. Un claro ejemplo de lo que digo es el peronismo. Mientras los oligarcas buscan gobernar para ellos como lo hacen hoy, mientras sectores más radicalizados de la izquierda buscan lograr "la dictadura del proletariado" y la inmediata expropiación de algunas propiedades (y lo hacen con argumentos muy atendibles, por otra parte) el peronismo ha buscado gobernar mediante el acuerdo de clases. Por eso cuando nos dicen que "con Néstor y Cristina algunos sectores dominantes ganaron mucho" no nos sorprende. Cuando buscamos, como peronistas, la redistribución justa de la riqueza, cuando buscamos que los sectores menos favorecidos históricamente -pues la hegemonía liberal/conservadora se encargó de que no haya igualdad de oportunidades para todos y todas- no hablamos de asfixiar hasta la extinción a los empresarios y acomodados que fueron parte del plan de opresión y exclusión social. La LEY Democrática de Medios, que es por la transversalidad de su construcción e historia previa mucho mas que una "Ley K", buscaba que otras voces tomen protagonismo, y no sólo las corporativas y monopólicas, pero sin pedir que nadie cierre su canal insignia, ni cambie la línea editorial de su radio.

Pero la última elección, la que llevó a estos CEOs al gobierno, me hizo empezar a considerar que hay sectores que no toleran por mucho tiempo un acuerdo de clases. Luego de crisis reales como la de 2001 -no crisis inventadas en donde el "problema" de los amigos de Clarín es que la desocupación sea del 6% y el poder adquisitivo de un trabajador la gane a la inflación, lo que impide a los empresarios negociar salarios como si fuésemos Namibia- Néstor logró reestablecer ese acuerdo de clases: el desocupado pudo conseguir trabajo y algunos dueños de hectáreas rurales consiguieron que se las dejaran de remartar. Pero mas temprano que tarde a los oligarcas pura cepa se les activa el gen "quiero todo" y los acuerdos empiezan a deteriorarse, hasta romperse. Como suelo decir, ha quedado probado que hay sectores corporativos que no se conforman con mucho. Si hablamos de una torta, no quieren solamente la porción mas grande: quieren toda la torta (la riqueza), el cuchillo con la que se corta (el poder político) y también la mesa sobre la que se apoya la torta. Nos necesitan de algún modo, por lo cual en su "generosidad" no nos niegan las migajas, y parecen pedir que agradezcamos ese "derrame" de migas abajo de la mesa.

Entonces digo: si no quieren construir nuestro país en base al mencionado  acuerdo de clases, lo que están PROponiendo es el conflicto. Todos tenemos en claro que existen los que se llaman intereses contrapuestos, y que si no se avanza en la construcción de un proyecto para todos se acaba promoviendo, de un modo u otro, una guerra que puede ser abierta o encubierta. Lo paradójico es, que quienes terminan fortaleciendo esta conflictividad creciente, son los que suelen auto percibirse como "los racionales" o "los civilizados". Nada nuevo en nuestra historia nacional. Lo que denominaron "la grieta", existe desde Rivadavia hasta acá, y aún mucho antes.

Respecto a lo coyuntural considero al macrismo como un experimento, no es ni siquiera un modelo, llamarlo modelo sería exagerado por más que sus objetivos si son muy claros. Pero en metodología es un experimento. Y el experimento les salió muy mal. En parte por apoyarse sus actores en concepciones neoliberales; el neoliberalismo es algo concreto en lo ideológico pero a la vez anacrónico, pues en 2017 vemos que algunos sustentos de lo neoliberal (como lo era el consenso de Washington, con proliferación de tratados de libre comercio) ya no están vigentes. El tema es para escribir un libro, o varios, seguramente. Pero mi intención era hoy solamente destacar que hay una animosidad en favor del conflicto por parte de la oligarquía, por mas que expresen muchas veces lo contrario. Y ocurre también con algunos votantes de propuestas de cuño oligárquico: dicen querer que "no haya lío en las calles" y terminan favoreciendo la aparición de gobiernos que hacen crecer de modo enorme la conflictividad social. ¿Contradicción o hipocresía?

Respecto al tema corrupción digamos algo: nadie de mas de 30 años y con un poco de vida social votó a Macri para la presidencia por estar "en contra de la corrupción", pues en Argentina Macri y corrupción son sinónimos desde hace décadas (salvo que se haya vivido en un termo). Rastrear los motivos reales del voto de algunos trabajadores en contra de sus propios intereses es importante, y pueden ser varios. Y cuando digo trabajadores hablo por supuesto también de ese que tiene, por ejemplo, una mediana industria y que no debe darle lo mismo que se abran o no determinadas importaciones. Buscando motivos no me olvido que engañaron votantes, diciéndoles que apuntaban a lograr "pobreza cero", o que a los ciudadanos "no les iban a sacar nada de lo que ya tenían" (Vidal mentía esa frase en una PROpaganda).

Hubo, por parte de algunos, identificación de clase errónea. Cuando desde un diario elitista o desde la televisión corporativa les enseñaban a repetir con ganas un odio hacia "los negros subsidiados" muchos no se detuvieron a pensar que ellos eran también esos negros, en una u otra medida. Quienes les hablaban con ese discurso eran los voceros de los dueños de casi todo, que querían todavía más, hasta ese autito que habías podido comprarte con tu laburo y con "la yegua".

Parece no servirles el intentar convivir dentro de un acuerdo de clases, en donde todos puedan planificar futuro. Vale decir, proponen privilegios para ellos en base al recorte de derechos de otros e invitan entonces al conflicto permanente. Si no logran hegemonía -o renovar su influencia sobre gran parte de la sociedad- no podrán seguir avanzando en ese sentido, y el cómo nos paremos en cada momento de la historia cada uno de nosotros hace a la cuestión.

Debemos hablar en nuestros espacios formativos -y fuera de ellos- del Poder Financiero trasnacional y de otros mecanismos de saqueo, tanto de características colonialistas como imperialistas, y de como quienes impulsan esos mecanismos intentan o logran adueñarse de nuestros recursos y de países enteros. Entendamos que "posarla de progresista" es un entretenimiento estúpido que no está a la altura del desafío real que tenemos delante. Con hacerse "el progre" no alcanza. Delante nuestro está el Enemigo, ese que al momento no nos muestra otra cosa que su ambición sin límite y su agresividad envalentonada. Claro que volveremos a hablar mas adelante de la injusticia que implica la concentración de la riqueza del mundo en poquísimas manos, pero hoy -en lugar de extenderme en ese sentido a través de cifras y porcentajes- cierro con la siguiente imagen y su frase, muy ilustrativa del tema que nos trajo hasta acá.






lunes, 13 de febrero de 2017

Operación MAssaCRI en una comuna mendocina

-Por Fabián Curotto-

Yo era uno de los equivocados que pocos meses antes de la elección nacional de 2015 decía "mirá si un partido vecinal como el PRO, encima repleto de neoliberales, va a ganar una elección nacional". Y ganaron nomás. Por muy poco, pero ganaron. No obtuvieron el triunfo manteniéndose "PRO puros" -lo único que mantuvieron como pureza intransigente fue la coherencia anti peronista en el armado- es decir, generaron un frente en donde lo mas gorila de la UCR les prestó la estructura nacional y fuerzas como el "Lilitismo", con casi nula presencia territorial pero con mucha llegada a despachos del Poder Judicial, a embajadas pro imperialistas y muchísimos guiños amistosos con el Poder Mediático corporativo (24 horas de cadena nacional anti popular garantizada). Ah, y sumemos algún sindicalista que traicionó a sus representados.

Entonces el gorilismo capitalino se hizo metástasis por todo el país. El anti peronismo unido, aún con un candidato corrupto como el empresario Macri, dijo "SI SE PUEDE".

Ayer, gracias a la elección en una comuna mendocina, Macri volvió a sonreir. Y les muestro el resultado en porcentajes obtenidos en votos válidos:

Lista 501 / Santa Rosa Cambia / Norma Trigo --- 61.71%
Lista 2  / Partido Justicialista / Flor Destefanis --- 38.29%

Ustedes me dirán, seguramente, que me faltó agregar la lista del candidato del Frente Renovador. No. Porque nuevamente el massismo se hizo el distraído. Y ahora todavía mas, tras el acuerdo con la históricamente anti peronista Margarita Stolbizer.

Miren la composición de esta remozada Unión Democrática: la UCR, el PRO, el Partido Socialista, Libres del Sur, Coalición Cívica-Ari y Partido Demócrata.

Algunos casos tienen sus particularidades. El PJ en esa comuna venía castigado por serias denuncias contra el intendente anterior, que tuvo que abandonar su cargo. Pero así y todo miren como el afán reaccionario es capaz de unir neoliberales PRO con pseudo socialistas.

Una localidad de Mendoza es una muestra muy pequeña, pero atención: si Massa insiste en muchos lados en jugar al distraído para que su tropa termine votando contra el peronismo, el escenario puede no darse tal cual lo esperamos. A pesar de la pésima gestión macrista, de las muestras dadas respecto a ser gobierno apátrida que va en contra del pueblo y en favor de algunos millonarios amigos. 

Otro dato: siguen insistiendo con el "voto electrónico", ayer lo utilizaron, buscan legitimarlo. Publicaron que ayer en Mendoza, antes del cierre de las votaciones, aparecieron porcentajes en la página electoral. Habrá que rastrear ese dato mediante investigación judicial, y denunciarlo si se obtienen pruebas... diganme, ¿ustedes sinceramente creen en que habrá voluntad para investigar algo así? "Lo que pasó, pasó" nos dirán los dueños de todas las cosas en este caso chiquito y en los mas grandes que se den a futuro. Debemos seguir militando contra lo que puede ser gran negocio para un grupo de hackers, y seguir defendiendo el recuento manual, el de los fiscales de todos los partidos participantes. No estoy hablando de que esta Unión Democrática haya ganado por manipulación en este caso -no somos de gritar "fraude" cada vez que no ganamos- pero habrá que estar muy despiertos, porque algunos quieren acostarnos. Que no nos privaticen la Democracia.

Que quede claro: muchos no tenemos problema con que la boleta sea impresa por computadora el día de la elección, el desacuerdo es con el sistema de chip electrónico y el cambio en el rol de los fiscales de mesa. 

Volviendo a la política: si Massa insiste con ayudar a la derecha macrista sin vestirse de amarillo, es problema de él. Pero si no encontramos la manera de direccionar esos votos "guachos" en favor de un proyecto popular y patriótico, el problema pasa a ser nuestro.


domingo, 12 de febrero de 2017

Por qué CEOcracia no es Democracia

-Por Fabián Curotto-

Desde que Macri asumió la presidencia, al ver la composición de su gabinete de ministros y alrededores, muchos empezamos a caracterizar a si gestión como Ceocrática. Éstos últimos días me volvía percatar que cuando uno adjetiva algo, es mejor acompañarlo de una explicación, pues una misma palabra puede no representar para uno lo mismo que para otro. Me ocurrió en la última semana cuando en medio de una conversación apareció el término "populismo"; para mi interlocutor representaba algo que, según mi entender, se había quedado anclado en el Siglo XX, como si Ernesto Laclau, cierto empoderamiento popular y los primeros 15 años del Siglo XXI no hubiesen ocurrido en Nuestramérica.
Entiendo entonces que la forma de gobierno Ceocrática debe explicarse, intentando señalar donde está la gravedad del asunto. Se nos dice que actualmente la mayoría de las empresas tienen un CEO, un vocablo anglosajón que se extendió por el mundo al momento de designar a ese individuo que tiene la máxima responsabilidad dentro de una empresa. Es la cara visible hacia el exterior y el que, a nivel interno, posee un rol de ayuda a los directivos empresarios, respecto a decisiones de como organizar el trabajo y a los empleados, buscando optimizar algunas variables.

Quienes entendemos que "un país no es una empresa" (me incomoda esta parte de señalar lo obvio, pero se arranca con los palotes) no lo sostenemos solamente por una cuestión de tamaño, por un tema de volumen. De hecho hay muchas empresas privadas que tienen una economía mas grande que algunos Estados. La corporación petrolera Exxon Mobil tiene un valor estimado en los 440.440 millones de dólares: ese número  es mucho más grande que el PBI de varios países. Pero cuando hablamos de gobiernos nos apoyamos en lógicas políticas mas que en cuestiones de balances o arqueos de caja, pues hablamos de Estados y no empresas particulares. Hablamos de intereses generales y geopolíticos, entre otras mil cosas, y no de intereses sectoriales definiendo tácticas de rentabilidad. Un tema central, como el de la Soberanía Nacional, ni se debate en una mesa de gerentes, salvo como traba legal para dar algún paso o no en sus negocios. El Estado tiene razones que un CEO no entiende, y ni interesa si las entiende o no, pues un CEO no tiene nada que hacer adentro del diseño de un Estado, vía "gobierno de turno". Si un CEO integra un gobierno (un CEO, o dos) este debe tener en claro que entró en otro plano, en otra dimensión, en donde las lógicas del mercado quedan superadas por razones infinitamente mas amplias. Y a esa razones las debe conducir SIEMPRE la política. El desafío de una nación, ahí está lo apasionante y complejo, es incluir de un modo u otro a todos los habitantes de buena fe que habiten su territorio. Un gerente de recursos humanos en una empresa busca "optimizar recursos", busca "eficiencia antes que nada".... naturalmente no busca la inclusión social de las mayorías populares, que es, si o si, lo que debe hacer un Estado. Un CEO podría ocupar un cargo en un gobierno, pero si se somete a la conducción de la política y no al tironeo de algún interés privado, interés que tal vez no sea siquiera de carácter nacional.

Hay que construir un puente colgante sobre un río entre dos pueblos. No podemos dejar de convocar a un técnico, a alguien que tenga los conocimientos de cómo construirlo. Pero JAMÁS puede ser ese técnico el que decida desde su sesgada mirada profesional sobre cual parte del río se construye. La decisión del dónde hacerlo debe recaer en la mirada política, que es la que posee una observación integral y no "técnico especialista". El ingeniero, en el ejemplo dado, puede sugerir cuestiones de firmeza del terreno,y puede pasar el presupuesto de obra. Pero el político, si es buen político, tendrá en cuenta donde suma mejor ese puente al turismo, al intercambio comercial entre las dos orillas, donde suma mejor a la planificación regional de caminos, a la generación de puestos de trabajo, etcétera y etcétera. Esas definiciones debe quedar en manos de intendentes o gobernadores mas sus equipos políticos de asesoramiento, y no en manos de un tipo que sabe hacer buenos puentes colgantes. Supongamos que estamos ante el mejor ingeniero del planeta: no importa, no sirve mas que como un eslabón necesario de la obra, la conducción integral del proyecto debe necesariamente tener una mirada superior, estratégica, una mirada política.

Desde que como pueblo padecemos al gobierno macrista en la presidencia se dio esta desviación "eficientista" de la mirada. Se cambió la amplitud y complejidad del ojo político por la anteojera de lo técnico. Un intendente no puede estar mas preocupado en ver como reduce la cantidad de personal municipal "para que le den los números" -como si fuese un gerente de recursos humanos-, que en ver como se reduce la cantidad de habitantes sin empleo en su distrito. Ahí tendrá que apelar a las cámaras industriales y comerciales de su territorio, ver como puede fomentar desde el Estado Municipal la creación de empleo, pero también tiene que entender que el Estado Municipal tiene un rol en cuanto a dar trabajo.

Cuento una anécdota que si la leen algunos compañeros dirán que me estoy exponiendo mucho. No importa. Trabajo en un área estatal en donde interactuamos con organizaciones sociales, con asociaciones civiles, algunas con muchas menos fortalezas técnicas que otras. Un jefe recién llegado, obviamente parte de la actual gestión, nos dijo que hay que trabajar con quienes lo hacen bien, "basta de hacerles upa a los que ni siquiera mandan los papeles correctamente"...¡Somos el Estado, señores! Al que le cuesta trabajar bien -porque viene de estar excluido, o porque pudo terminar la secundaria recién a los 60 años- no podemos dejar de "hacerle upa". Somos el Estado: tendremos que hacer mayor acompañamiento institucional, tendremos que buscarle la vuelta a las capacitaciones... pero no podemos desentendernos de los que "no hacen las cosas prolijamente". Somos, en muchos casos, la última o única opción que tiene una parte emprendedora de la sociedad para integrarse de algún modo. ¡No somos el Citibank, que puede ejercer el capricho de elegir a sus clientes por "mérito", señores !

Hasta aquí creo haber dicho algunas cuestiones de por qué la idea del CEO y de la política suelen ir por distintos carriles. Pero hay otras razones, entre ellas el conflicto de intereses. Alguien que hasta ayer comía asado en el salón de una corporación junto a otros gerentes no puede, de repente, ser puesto como representante de los intereses nacionales en la misma área. El caso de Aranguren, actual ministro de energía, que hasta ayer (¿hoy no?) defendía los intereses de la petrolera extrajera Shell, y hasta era accionista mientras ejercía el mas alto rol ministerial. A la hora de tirarle el salvavidas a alguien, al momento de pasar un dato clave ¿lo hará primero con nuestra YPF o con sus amigos de Shell?. Otro caso es el titular designado por el gobierno al frente del por estos dias tan nombrado "Correo Argentino",  se trata de Jorge Irigoin, empleado directo en los negocios privados de la familia Macri desde hace décadas. Evidente conflicto de intereses: los intereses empresariales de la familia Macri no son los nuestros. Parece que hace falta aclararlo (vergüenza).

Así que no es sólo porque responden a intereses privados que nos oponemos a la delegación de CEOs en la conducción de algunos temas sensibles para los intereses nacionales. Un JP Morgan no representa la idea de emancipación económica, claramente.

Por supuesto que el problema a resolver es ideológico. Los liberales no son distraídos, creen en que la intervención del Estado en "las cosas" debe reducirse al mínimo posible y creen en los milagros de la "mano invisible del mercado", que sabe esconder con excusas lo que no está dispuesto a solucionar. Por eso es que no importa si un ministro fue "Medalla de Oro" en Harvard o "Medalla de Bronce" en Rosario, la complejidad la da la pertenencia ideológica, esto es, fundamentalmente, a que intereses se responde, mas allá de las calificaciones universitarias de su momento. Vayamos al diccionario, para ver si algunos términos son idénticos, compatibles o antagónicos. 
Ya vimos que una Ceocracia es un gobierno con predominio de CEOs, de gerentes privados, ya sea por representación directa, o por los asuntos que prioriza un gobierno y a quién les atiende el teléfono primero, si a corporaciones o a ciudadanos.

Nosotros hablamos de Democracia Popular, poniendo énfasis en que las democracias deben ser representativas del Pueblo y no tuteladas por intereses ajenos a éste y a los intereses de la Patria.

Democracia: Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes.

PlutocraciaForma de gobierno en que el poder está en manos de los más ricos o muy influido por ellos. Gobierno formado por las personas más ricas de un país, que goza de poder o influencia a causa de su riqueza.

#CEOcraciaNoEsDemocracia
#DemocraciaOCorporaciones

Si en las siguientes imágenes ven la foto de alguien que ya no está en el cargo, no se preocupen: ya fue reemplazado por otro empresario amigo de Mauricio Macri


martes, 7 de febrero de 2017

Juan Domingo dice que Peter Capusotto tenía razón

-Por Fabián Curotto-

El artista plástico Daniel Santoro reniega de que se lo considere un "pintor peronista", pues ve en ello un acotamiento o distorsión que, según entiende, resta y distrae en lugar de sumar. Sería tan raro, según su visión, como calificar al enorme Jorge Luis Borges con la limitadísima calificación de "escritor gorila". El lo explica de modo mas claro, pero escribo de memoria y el citarlo buscando textuales no hace a la finalidad de este artículo. Pero, al mismo tiempo, entendemos que el conjunto de la obra de Santoro no hubiese tenido el mismo resultado final sin la existencia del peronismo, muy claramente. Santoro habla también del "arte popular" y sostiene que el arte es arte, y que lo popular no debe proclamarse como marca registrada. O algo por el estilo.

Busco no caer en ponderaciones cualitativas hoy. Lo que busco es mostrar algunos rincones de nuestra cultura -que se me permita por una vez utilizar el rótulo "cultura popular"- que no son conocidos por todos y fueron alcanzados de lleno por el peronismo. Puntos que no se explicarían sin la influencia de Perón y su universo.

El peronismo impregnó a toda la sociedad, y a ese perfume -o a ese olor, dirían los contras- no lograron evitarlo ni propios ni ajenos. El mediocre Fernando Iglesias sería todavía menos de lo que es a nivel mediático si su construcción de personaje no girara en torno al peronismo, en su caso difamándolo, 

En lo que respecta a la cultura ligada al universo peronista hay casos como el de Leonardo Favio, con canciones como "Estoy orgulloso de mi General", que son mas conocidos. La propia "marchita" es un mojón fundacional e insoslayable. Pero aquí viene el jugo, el jugo de una fruta inesperada. Me encontraba mirando el afiche de un festival de rock del año 1973, en el que se festejaba la victoria electoral del peronismo. Leía allí los nombres de bandas y solistas -muchos famosos, algunos mal escritos- y veo al final una propuesta musical llamada "Juan Domingo". Diego Capusotto y Pedro Saborido nos regalaron a "Bombita Rodriguez, el Palito Ortega Montonero". A su vez, ellos mismos nos hablaban de una alucinada "influencia de Perón en el rock nacional". Pues bien, la realidad nos regala "Bombitas Rodriguez" y "Perones musicales" en formato vinilo. Y la única Verdad es la Realidad.

Adjuntaré el afiche de marras, pero también la grabación de un disco simple de principio de los años 70. Juan Domingo es la banda musical que pedía, como tantos otros, el regreso del General.
Si quieren mas información, busquen, por allí hay mucho más. Yo abro la puerta hasta acá. Luego de lo anunciado, brindo algunos caramelos mas para el deleite de los compañeros y la perplejidad o enojo de los reaccionarios. Sólo me resta agregar un ¡Viva Perón !


Juan Domingo y sus muchachos: Lado A

Juan Domingo y sus muchachos: Lado B

El "Perón Rock Festival", 1973

Carlos Bisso (la voz de Conexión N°5)

AHORA DOS VIDEOS DE "PERONISMO FICCIONADO"
Peter Capusotto: "La influencia de Perón en el Rock Nacional"

Peter Capusotto y su "Bombita Rodriguez"

YAPAS

El perfil de Eva. Vista actual de Ciudad Evita

Una obra del artista Daniel Santoro