Por Gabriel Monzón *
Este proyecto que hoy se convierte en ley tiene como objetivo que todos los diarios tengan un tratamiento igualitario, garantizando que la equidad en la Argentina sea una realidad concreta, en la cual todos los medios tengan las mismas posibilidades de comunicar libremente en todo el país.
La autoridad de aplicación es el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, se prevé la creación de una Comisión Federal Asesora integrada por un representante de los diarios de cada provincia; un Registro Nacional para Fabricantes, Comerciantes y Distribuidores; un Fondo Fiduciario.
Con esto lo que obtenemos es que el Papel de diario tenga un precio uniforme para todos los medios gráficos, evitando el manipuleo de la materia prima básica para garantizar el derecho a la información de los argentinos.
La ruptura del monopolio de Papel Prensa tiene dos fundamentos filosóficos: el primero es la igualdad para el acceso a todos los medios de la materia prima básica para la impresión de diarios. La segunda es la democratización de la información sancionada en la ley de medios, donde no solamente se garantiza la libertad de informar, sino la libertad de informarse por parte de la población.
Pero cuando hablamos de democratizar la información tenemos que ser inflexibles: no alcanza, no debe alcanzar la oligarquía de los medios. Existe siempre, y sobre todo para los peronistas, la necesidad de que la información clara debe ser parte de los derechos que tiene que tener nuestro pueblo. Por eso, no solamente respetamos la libertad de prensa, sino también, y con el mismo énfasis, la libertad a informarse.
Cuando en las bases programáticas del Frente para la Victoria anunciábamos la democratización de la información, desde la época de la campaña, los medios monopólicos no nos tomaron en serio. Ellos, seguros de su poder, enquistados en un sistema que ellos ayudaron a generar, estaban completamente convencidos que tenían la fuerza para generar en la opinión pública un imaginario colectivo falso que les permitiese seguir manejando el negocio de la información. Lo que nunca tuvieron en cuenta es que la información es un bien popular, nacional y democrático. Al igual que este proyecto que yo defiendo y que lleva adelante la Presidenta. Y que al tener esta característica, uno puede brindar, como medio, la información que quiera. Y nosotros, desde el Estado, tenemos que garantizar que nuestro Pueblo reciba no solamente una parte de la información, sino TODA la información.
Porque es parte del ideario de nuestro gobierno que el pueblo decida. Como siempre hemos respetado sus decisiones. Como la respetamos en el año 2009 cuando el Pueblo dio su voto a la oposición y respetamos su decisión. Cuando en la Cámara de Senadores quedamos en minoría en todas las comisiones. Y respetamos la decisión soberana de nuestro Pueblo. Y la seguimos respetando ahora, cuando el Pueblo nos dio su apoyo mayoritariamente. Y de la misma manera que el Pueblo, nuestro Pueblo, puede decidir quien lo gobierna, también nuestro Pueblo tiene derecho a decidir quienes lo informan y volcarse a uno u otro medio. Lo que no podemos permitir es que no existan alternativas, que no se generen medios que representen otras corrientes de pensamiento porque un grupo monopólico, que en definitiva es un grupo económico, se pare sobre las materias primas para que otros medios puedan existir.
Nosotros, desde el Frente para la Victoria, desde nuestro Peronismo puro, debemos defender los derechos de nuestro Pueblo.
Y para eso generamos un poder político fuerte, como no se recuerda otro en los últimos cincuenta años. Ese poder político que puede ponerse de pie frente a otros poderes e imponer su preminencia por su origen virginal basado en el Poder Popular. Porque, en este caso, el poder económico esta en inferioridad de condiciones frente al Poder Político generado desde el Estado. Y de esa manera, y con nuestra doctrina que persigue la Justicia Social, podemos definir el rumbo de la información para todos por sobre el negocio para pocos.
La ley de medios audiovisuales marcó uno de los puntos fundamentales de la gestión iniciada el 25 de mayo de 2003. Ese punto generó el malestar de las minorías que dominaban la información en la Argentina. Porque la información dejo de ser un privilegio de unos pocos para democratizarse de tal manera que podemos decir, hoy y gracias a todos los sectores que así lo entienden, que el derecho a la información es una realidad.
Hemos recuperado para el Pueblo, para la dignidad de la Nación, el derecho popular a informarse y a sacar cada uno sus conclusiones. A poder decidir que medio queremos ver, escuchar o leer.
Y para que esto pueda ser posible, si el Estado se queda solamente en el enunciado, no viviríamos más que una fantasía. Pero este Gobierno, mi Gobierno, no genera fantasías. Sí persigue sueños para hacerlos realidad. Y uno de esos sueños es que cada municipio tenga su radio, que cada universidad tenga su medio, y que cada medio gráfico, que cada diario, tenga su papel. De manera igualitaria.
No voy a entrar en la forma en que el monopolio se quedó con Papel Prensa. No deseo recordar las torturas a las que fueron sometidos los titulares originarios, la manera ilegal en que los cómplices y socios de la dictadura se robaron una empresa estratégica. Eso lo sabemos todos, aunque se hagan los distraídos y no se hagan cargo. La justicia se va a encargar de eso. Lo que nosotros hoy decimos es que el papel debe ser un bien accesible a todos los medios de manera igualitaria. Y que cada uno vuelque la tinta en ese papel con las ideas que quiera. Pero que tengan todos, la posibilidad de hacerlo.
Porque en este País, mi País, la información es de todos y para todos.
*El Dr Gabriel Monzón es Secretario Técnico de la Confederación Parlamentaria De las Américas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario