Por Gabriel Monzón
Si existe una fecha que nos identifica a los peronistas es el 17 de octubre. Porque el 17 de octubre fue una muestra de la capacidad movilizadora del pueblo para rescatar a quien, injustamente, fue apresado por levantar las banderas de la dignidad obrera, del orgullo de los trabajadores, de la esperanza del trabajo.
Fue un 17 de octubre de 1945 cuando el pueblo humilde, el trabajador, aquel que Evita denominara como los descamisados, se movilizaron masivamente para exigir al gobierno la liberación del General Perón. Poniendo de manifiesto que la lealtad del pueblo hacia su líder y de éste hacia su pueblo era más que un temor de la oligarquía: era la constitución de una nueva fuerza que con fuerza imbatible cambiaría la vida política de la Argentina.
Y esta lealtad es la que nos distingue a los peronistas sobre todos los demás sectores de la vida política: un líder que fue leal con el pueblo, que rescató a los trabajadores del ostracismo a la que la oligarquía los sometía y que ese mismo pueblo, manifestándose organizadamente, se movilizó en su conjunto para la liberación. Y esa liberación del líder es mucho más que eso: es la liberación de la dependencia a los que estaba sometido todo el pueblo. Es la liberación del yugo del sometimiento. Porque el peronismo tiene como esencia romper las estructuras de su época. Porque el peronismo es revolucionario o, simplemente, no es peronismo.
El 17 de octubre entonces es mucho más que una efeméride en el calendario. El 17 de octubre es, sin lugar a dudas, la bisagra que tiene la historia de la Argentina. Pasamos de una patria con una sola voz, la de la oligarquía, a una patria plural, donde se alza cada vez con más fuerza, la voz del pueblo trabajador.
Y esto que comenzó un 17 de octubre de 1945, hoy, luego de 66 años, sigue vigente y con más fuerza. Desde el 2003 la Argentina recuperó un gobierno netamente peronista: la dignidad de los trabajadores fue nuevamente puesta como pilar fundamental de la recuperación de la Nación, y eso recomenzó el 25 de mayo de 2003 y sigue vigente hasta ahora. Porque no debemos olvidar que la lealtad, esa lealtad que fue expresada como nunca antes un 17 de octubre de 1945 es ratificada desde la Primera Magistratura del país todos los días. Recuperando los salarios de los trabajadores, generando más puestos de trabajo, permitiendo que miles de argentinos y argentinas puedan jubilarse, recuperando las decisiones soberanas de la Nación, proyectando un país a futuro con planes de inversiones y obras que consolidan lo actuado hasta ahora, recuperando los lazos solidarios, aquellos que ese 17 de octubre nos enseñaron. En definitiva, este 17 de octubre, como aquel, es el sustento de una patria justa, libre y soberana.
Porque el peronismo no se aprende ni se proclama. El peronismo se comprende y se siente.
miércoles, 17 de octubre de 2012
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