lunes, 15 de abril de 2013

El costo de la mentira y el precio de Lanata

  Por Fabián Curotto
 
No es casual que en varias ocasiones el ex periodista Jorge Lanata haya citado la frase del ministro de propaganda de Adolf Hitler, Joseph Goebbels, quien decía "miente, miente, miente que algo quedará; cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá".
El mejor empleado del Grupo Clarin -multimedio de afán monopólico y argentino sólo por residencia- destinaba el sentido de la misma a otros; proyección, segun entienden algunos que saben de psicología. 

Tambien sostenía Goebbels lo siguiente: "una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad". El ex periodista termina finalmente repitiendolas mil veces pues, ademas de ser dichas en su programa, son reproducidas luego en los noticieros del 13, de TN, en sus franjas radiales, en columnas del diario Clarin, La Nación, etc. Sin duda alguna Lanata es -además de obediente empleado- tambien un aplicado alumno de este tipo de escuela del antiperiodismo. Tanto su empleador como su musa de inspiración, el impiadoso Joseph, tienen a la ideología de derecha como rectora de sus pasos... y esto tampoco es casual. Hay líneas convergentes entre los origenes de Clarin y el nazismo.

Entrar en este terreno sería dispersarnos, pero debo argumentar tamaña afirmación. Si, argumentar, algo que no preocupa a los instaladores de versiones. Como dijimos, Goebbels era ministro encargado de la propaganda del gobierno de la Alemania Nazi y durante la misma época pero por estos pagos Roberto Noble, marido de Ernestina, era ministro del gobierno provincial de Manuel Fresco, un sujeto que nunca -inclusive después de la guerra- dejó de mantener orgullosamente sobre su escritorio las fotos autografiadas de Hitler y Mussolini. Dejando de lado las fotos en su momento impulsó desde su gobernación la medida de efectivizar el cierre de los establecimientos judíos, haciendolo con particular violencia. Derecha por aquí, derecha por allá.

Sigamos con Lanata, teniendo ya caracterizadas tanto a su empresa empleadora como a su forma de acción a la hora de "informar". Entrar en las traiciones que ha cometido para con sus colegas no es materia de esta nota, el hueso está en el juego ilícito que hace desde los medios. Mentir no es poca cosa, y mucho menos lo es cuando se utiliza la mentira para tratar de debilitar la gobernabilidad de presidentes populares y democráticos, y con el agravante de victimizarse en nombre de la libertad de prensa cuando se le cuestionan las farsas y las distorsiones que deliberadamente pone siempre en marcha.
Claro, algunos datos enunciados en la pantomina lanatiana son reales, y alguna veces hasta verificables... por supuesto, que para que algo sea verosímil debe tener al menos un ingrediente que lo torne posible. Pero sabemos que tanto verosímil como posible no son sinónimos de verdadero. Otra vez Goebbels: Más vale una mentira que no pueda ser desmentida que una verdad inverosímil.... "miente, que algo quedará".

Otra cosa imposible de obviar es el cambio camaleónico del animador -con mutación cromática hacia el "verde dólar"-  respecto a algunos temas; Ley de Medios, políticas de Derechos Humanos, cómplices de la dictadura, etc...

Hay tras esto un tema ideológico por sobre todo, pues estamos hablando de alguien que en las últimas elecciones venezolanas de 2012 y 2013, entre la Revolucion Popular Bolivariana y el candidato de la Embajada estadounidense, prefería al último. Nuevamente apoyando la opción de la derecha, que es su opción, contradiciendo aquella postura de su lejana juventud, en la cual "jugaba a ser progre". Evidentemente era sólo un juego, una pose; sin embargo fue durante aquella la etapa en donde solía ejercer el periodiamo y daba señales haber entendido algo de ese oficio. Pero esa etapa pasó, hoy "el juego" es otro para él. Ha descubierto que la mentira es un arma muy poderosa y, que en un pais con libertades garantizadas, le alcanza con victimizarse y hacerse el vulnerable cuando una de esos engaños cae por peso propio.
Y Héctor Magnetto, el Director Ejecutivo del Grupo Clarín, aplaude como aquellos emperadores al león, cuando observa la maniobra y ve a la bestia sin códigos deborándose al humano sobre la arena. Circo romano, circo al fin.

Con los puños llenos de... engaños

En una oportunidad Jorge Lanata citó números aportados por "Médicos del Mundo" cuando habló sobre la desnutrición en la Argentina. Sin embrago la organización desmintió haber elaborado esos informes. 
He aqui el contundente comunicado: "En el programa de televisión de Canal 13 Periodismo para Todos en el día 24/06 y en la versión online de Clarín.com del 25/06 se citó a Médicos del Mundo como autor de un relevamiento de situación nutricional en la Provincia de Buenos Aires. Desde nuestra ONG humanitaria internacional Médicos del Mundo deseamos desmentir dicha información y aclarar que Médicos del Mundo no elaboró ningún relevamiento epidemiológico nutricional en la Provincia de Buenos Aires hasta el momento, asumiendo además que nuestra práctica habitual histórica es que todos los documentos e investigaciones de nuestra institución siempre son públicos y figuran en nuestra página web. Luchamos contra todas las enfermedades, inclusive la injusticia”.  

En otra emisión acusó a Luis D'Elia de racista. Editó un comentario del dirigente, recortando la parte en donde D'Elia citaba claramente a la fuente de sus dichos.  
Muestras, sólo un par de ejemplos. 

Ciertamente continuaran estas operaciones, hechas siempre en contra del gobierno nacional y popular que ha tocado intereses muy específicos y privilegios otrora exclusivos.  
Las rectificaciones y las disculpas por estos engaños -si fueron realizadas- no tuvieron el mismo rebote mediatico que las injurias, seguramente. 
Muestras nomás de alguien que sugestivamente le habla a "la gente" y desde el "sentido común" y entrando entonces en la siguiente lógica goebbelniana:  "Llegar a convencer a mucha gente de que piensa como todo el mundo, creando una falsa impresión de unanimidad." A esto llamó Goebbels "Principio de la unanimidad"... algo muy afín a los rebaños. 

¿Se nos podrá a quienes integramos organizaciones políticas de los mismo? ¿de ser ovejas? Dificilmente, si se conoce una construcción política desde adentro. Nuestra formación propende a la concientización y no a la hipnosis.  A la constatación histórica y no al chimento. Muy alejado está el predigerido que puedan vertir desde una pantalla de TV privada –entendiblemente colmada de intereses particulares y sectoriales- que la asimilación de cualquier hecho forjada en el debate colectivo entre compañeros. Desde el vamos la formación que progresivamente va experimentando un militante político es liberadora, pues al tratar los hechos con una mirada integral, sobrevuela ampliamente posibles especulaciones cortoplacistas y está, además, desprovista de intencionalidades corporativas, de intereses empresariales, del minuto a minuto y de tandas publicitarias.  
Sobre el final de estas anotaciones dejé de hablar del sujeto del título; creo que en gran medida de eso se trata, por el bien de la verdad.


 
 

1 comentario: