sábado, 25 de enero de 2014

Buitres a la Vista

 Por Fabián Curotto

Marcando el hecho que el Gobierno Nacional ya tomó algunas medidas al respecto en las últimas horas, considero digno de atender el siguiente texto de 
Antonio Fenoy, breve pero contundente, y útil a la hora de atender la batalla cultural que aun nos debemos profundamente como nación. 
Quienes dicen amar -o al menos respetar- sinceramente nuestra bandera no pueden enrolarse en el bando de los apátridas o mercenarios bajo ninguna circunstancia. 
O se está con los intereses del pueblo o se está con los intereses de las transnacionales, los intereses oligárquicos. 
O se está a favor de una democracia no tutelada por embajadas, intereses foráneos o corporaciones injerencistas o se está en contra de la democracia popular, mas allá de lo que luego algunos hipócritas intenten disimular su ideología del pico para afuera en las reuniones sociales para no quedar como filo fascistas. Esto no es un Boca-River, el debate es mucho mas serio y por estas cosas se jugaron la vida Belgrano, San Martin y luego otros tantos: es la clase de sociedad que queremos en Argentina, si inclusiva y participativa o excluyente y oligárquica.
Después vienen los desorientados -para calificarlos suavemente- a decirnos que en nuestro país "ahora" se notan como dos bandos enfrentados. Los que nos bombardearon la Plaza de Mayo matando trabajadores también estaban concienzudamente en uno de esos bandos -evidentemente no en el nuestro-, y ya van a cumplirse 60 años de aquella masacre..
En Venezuela también, y desde hace un tiempo, la derecha intenta oradar los avances obtenidos respecto a inclusión social con ataques económicos, con guerrilla especulativa, en la que unos pocos ganan mucho y muchisimos pueden perderlo todo, y los que propician eso -ya sea fácticamente, ya sea por operar desde los medios en ese sentido o por no condenar tales maniobras enérgicamente como ciudadanos- son despreciables instrumentos de lo peor del peor capitalismo, pues intentan condenar al grueso de la población a un retroceso en favor de los apostadores financieros de siempre, en favor de ese puñado de sujetos que no tienen más bandera que sus intereses personales y exclusivos. 
Nos queda como OBLIGACIÓN Perseverar y Vencer, y para ello debemos crecer, avanzar y mejorar en varios aspectos, como individuos y colectivamente. El neoliberalismo ha dejado secuelas en cada uno de nosotros y el desafío es ser cada día menos neoliberales y ser cada día mas solidarios para con los mas vulnerables. Reitero, tanto individual como colectivamente es que debemos empeñarnos en ésta tarea, si lo que pretendemos es conquistar y consolidar una Patria Justa, Libre y Soberana. Del otro lado ya sabemos qué es lo que presentan como "proyecto alternativo", pues lo hemos padecido sobradamente.
                                                                     
A continuación el texto de Antonio "Tony" Fenoy, Coordinador del Colectivo de Teología de la Liberación “Pichi Meisegeier”

LOS BUITRES ESTÁN AL ACECHO.

Nuevamente estamos en presencia de un golpe de mercado, un golpe económico, que busca evitar que se siga creciendo en un proyecto de inclusión social y de distribución de la riqueza. Los mismos de siempre, los dueños de la torta, los que siempre han ganado (incluso con este gobierno), no aceptan la posibilidad de que l@s más pobres asomen la cabeza, crezcan en derechos, sean sostenidos por un Estado que no solamente interviene en la economía, sino que busca crear una cultura solidaria, una cultura de la inclusión.
Ayer vimos, no solamente la subida del dólar, sino también negocios cerrados, mercaderías sin precios a la espera de lo que pasaba con el “billete verde”, ese que sigue incrustado en nuestra sociedad y que fortalece nuestra cabeza neoliberal.

Construir una sociedad más igualitaria y justa exige un cambio de mentalidad, una conciencia colectiva que no sólo reclame por sus derechos, sino que luego los defienda como propios. No es casualidad que esta especulación cambiaria se dé en medio del anuncio de la Presidenta del programa “Progresar” que busca dar un principio de respuesta a un millón y medio de jóvenes a los que todavía este proyecto no había llegado.

Hoy, más que nunca, se ve claramente la disputa entre dos proyectos de país: el del libre mercado, para unos pocos, y el de la distribución real y efectiva de la riqueza, para todas y todos. Puede ayudarnos esta frase del papa Francisco en la carta al Foro Mundial de Davos: “El crecimiento de la igualdad requiere procesos encaminados a una mejor distribución de la riqueza, la creación de fuentes de empleo y una promoción integral del pobre, que va más allá de la mentalidad de asistencia". Más tajante, nos dice Rubén Dri mostrando la incompatibilidad entre capitalismo y cristianismo: “Son absolutamente incompatibles, eso está muy claro. Jesús lo dijo: los ricos no pueden entrar al reino de Dios. Jesús no va a hablar de capitalismo, pero sí de aquellos que habían acumulado riqueza, los ricos, que son los que ocasionan la pobreza; ellos no pueden entrar en el reino de Dios, es decir, no pueden ser cristianos”.

Frente a esta lucha surge la presunta: ¿qué pensamos hacer aquell@s que soñamos con otra sociedad? ¿Pensamos mirar de brazos cruzados para ver qué hace el gobierno? ¿No es hora de organizarnos en serio y movilizarnos en defensa de una democracia inclusiva y real?

Cristina habló de esto, y más allá de acompañar o no este proceso político, tod@s los que luchamos por una sociedad liberada tenemos que ponerles un límite a aquellos que siempre manejaron, y quieren seguir manejando, no solo la democracia sino nuestras vidas y nuestro futuro.

Antonio Daniel Fenoy
Coordinador del Colectivo de Teología de la Liberación
“Pichi Meisegeier”




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