martes, 16 de diciembre de 2014

Hernandez Arregui sobre el sistema educativo oligárquico

Hoy gané un par de horas leyendo La Formación de la Conciencia Nacional, de Juan José Hernández Arregui, en su edición de 1960. Rescato un par de breves textos incluídos en la obra, con el fin de despertar el interés de alguno, ya sea por esta obra o por el autor.



EL SISTEMA EDUCATIVO DE LA OLIGARQUÍA

La educación impuesta a un país depende: 1º) Del ideal de vida de la clase dominante.
2º) De las generaciones intelectuales que educan al servicio de esa clase.
La oligarquía liberal ha infundido a toda cultura, en el aspecto pedagógico, sus propios
valores, desde 1853 en adelante. Aquí interesa una descripción del espíritu de la
Universidad. La Universidad, en cuanto institución, es solidaria con las demás instituciones
vigentes (económicas, jurídicas, culturales) de las cuales, la Universidad, colocada en el
cruce de los círculos sociales y culturales dominantes, es mera expresión ideológica.
Liberalismo y coloniaje representan en la Argentina actual, y como derivado de la invasión imperialista durante el siglo XIX, la fórmula indivisible de lo antinacional. La historia de
nuestra Universidad, es por eso, la historia de nuestra oligarquía
imperialista durante el siglo XIX, la fórmula indivisible de lo antinacional. La historia de
nuestra Universidad, es por eso, la historia de nuestra oligarquía.

LA INDUCCIÓN CULTURAL SOBRE LA CLASE MEDIA
Así millones de argentinos han aceptado y aceptan, esta imagen colonizada del país
clisada por los grandes diarios de la oligarquía ganadera y cuya representación psíquica
comenzó a esclerosarse en la escuela primaria. Entre la clase alta que educa y las clases
inferiores educadas, hay capas intermedias que sirven a esa clase. Maestros, periodistas,
profesores. Por eso, el sistema educativo de la oligarquía, junto con el desentendimiento
de la ciencia, ha dirigido férreamente la enseñanza de la historia, del derecho, de la
literatura, materias formativas por excelencia, a los fines de afirmar y justificar ante las
demás clases su dominio político y petrificar culturalmente su prestigio.
De este modo, el conocimiento científico impartido en la Universidad liberal con criterio
escolástico en el estricto sentido del término, se imponía a millares de argentinos,
incluidos los universitarios, que terminaban por creer que ese liberalismo conservador era
progresista.
Fue esa misma intelectualidad universitaria la que se mofó hasta crear un estado de
conciencia público, de las experiencias encomendadas en la Argentina durante el gobierno
de Perón al sabio atómico R. Ritcher. Noticias de la URSS destacan el aporte de este físico
notable, cuyos conocimientos contribuyeron a la hazaña gigantesca de los satélites
artificiales (nota: tampoco hay que olvidar, que el desarrollo nuclear en los años de Perón
fue formidable, pese a que la oligarquía explota el fallido intento de creación de
armamento atómico, aquellas investigaciones desarrollaron la medicina nuclear para
tratamientos contra el cáncer y demás, por la creada en aquellos años Comisión Nacional
de Energía Atómica).



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