Antes del cierre de listas de este año escribí una líneas. Compartiré al final aquellas palabras, pero a la vez haré énfasis en un punto. Un votante, en instancias tan definitorias, no es un número. Es un ciudadano que debe hacerse responsable del país que elige para su prójimo y hasta para su descendencia al poner el voto dentro de la urna. Si uno vota ampliación de derechos o -por el contrario- restauración oligárquica en el gobierno, no puede hacerse tan luego el distraído.
Muchos de los que leerán estas líneas me conocen personalmente. Saben que soy un tipo austero y sencillo, pero no sé si esas cosas cuentan como valores en sí mismas, pues pueden ser características personales y no mucho mas que eso. Pero también saben de la coherencia que mantengo en lo que respecta a mis convicciones políticas y mi lealtad hacia quienes luchan por un futuro que sea cada vez mas justo en los aspectos sociales.
Parece autoreferencial esto, pero sé de corazón que muchos de quienes integramos actualmente las listas del Frente para la Victoria estamos en sintonía similar, y es por esa coincidencia en la mirada nacional y popular que pido un contundente respaldo a lo largo y ancho del país, para seguir ampliando y consolidando derechos. Los oligarcas que hagan sus negocios para pocos, nosotros pensamos en Patria para todos.
Así decía y sostengo
“Mi recorrido como político y como vecino de Tres de Febrero me legó un profundo conocimiento sobre cada barrio, haciéndome consciente tanto de los avances y logros que hubo gracias a estos años de gestión municipal a cargo del Frente para la Victoria, como también de los temas que aún resta resolver en nuestro distrito, de los asuntos todavía pendientes.
A mi entender lo que falta se resuelve profundizando el rumbo actual con clara sensibilidad popular, mejorando pero manteniendo la misma dirección y no cambiando de sentido, menos cuando el cambio propuesto por algunos remite a dolorosas recetas individualistas y neoliberales que han sabido desintegrar en nuestro país el tejido social y la autoestima de millones, por la pérdida de empleos y de sueños.
A través de aportes concretos para cada problemática quiero acercar una mirada nueva, tendiente a enriquecer cada propuesta que tienda al bien general, priorizando las necesidades de los mas postergados. Con la impronta de Néstor y Cristina como brújula; es decir, sin dejar las convicciones en la puerta de ningún lado a la hora del debate y de los hechos. Mi anhelo es llegar a asumir el compromiso de una concejalía para llevar adelante todo lo dicho y mucho más.
Para seguir construyendo un Tres de Febrero pujante desde lo productivo, para facilitar los medios que nos permitan tener una comunidad cada día más organizada y favorecer las herramientas que den al Estado municipal la posibilidad de dar respuestas más rápidas a los vecinos”
Fabián Curotto
Junio de 2015
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