-Por Fabián Curotto-
Hace un tiempo leía en un facebook que funciona como repetidora de Clarín -como si ese pulpo mediático necesitara aún mas tentáculos- un comentario antiperonista que decía lo siguiente: "Gobernaron 24 de los últimos 26 años. Uno de cada cuatro argentinos es pobre. Pero la culpa es de Macri que gobierna hace cinco meses".
Cuando leo cosas así dudo si son ignorantes o malintencionados, y casi siempre caigo en que la mayoría del "bloque gorila" es mas cercano a lo último, pero sin soslayar una porción de los primeros entre ellos. Ignorantes por no tener raíces formativas históricas -cosa que tampoco es casual- no por falta de capacidad, que quede claro.
Con tanto historiador mitrista en los textos circulantes, la tarea no va a ser fácil. Pero lo intentaremos.
Hablan de 26 años, lo que arrancaría, en retrospección, dentro del gobierno de Menem. El riojano llegó a la presidencia con impronta federal y discurso peronista, pero no fué un presidente peronista. No es negacionismo, es un dato objetivo. Cuando quienes no tienen mucha idea acerca del peronismo me preguntan cómo caracterizarlo, yo me apoyo sobre sus tres banderas históricas para describirlo: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política. Menem traicionó al pueblo, el mismo lo reconoce cuando sostiene que si decía lo que pensaba hacer no ganaba en el '89.
La profundización del modelo neoliberal aplicado por el menemismo en consecuencia no fue industrialista ni intentó serlo. La subordinación de la economía al endeudamiento externo -economía por entonces semi dolarizada con el 1 a 1 de Domingo Cavallo-, subordinación de lleno a la timba financiera trasnacional -recuerden como nos afectaban acá los cimbronazos como el "efecto tequila"-, el entregarnos a la privatización de casi todo, da claras muestras que ese programa era profundamente antiperonista. De hecho Alvaro Alzogaray, Héctor Magneto y Bernardo Neustadt -entre otros- aplaudían todo; mensuren el nivel de gorilismo imperante por entonces.
Así que a esos años no los anoten en nuestro inventario. Y -por si preguntan- en 1995 voté en contra de Menem.
Pero me desmarco de seguir esa línea de debate, porque hay algo que quiero destacar. Todos sabemos que construir lleva mucho mas tiempo que destruir. Se trate de un castillo de arena o de un teléfono, el construirlos requiere dedicación y tiempo, y el romperlos demanda algo de energía y unos pocos segundos. Así han hecho con nuestra Patria los liberales, neoliberales, posneoliberales o como cuerno se llame esa porquería ideológica de índole económica que estropea pueblos para enriquecer individuos.
El daño que ha causado la derecha macrista durante 2016 será realmente una "pesada herencia" (a ellos les gusta repetir esa frasesita). El futuro de nuestros hijos no estaba endeudado o embargado al momento de las elecciones 2015, ahora lo está terriblemente, y es irrefutable.
Los gobiernos de Néstor Kirchner Y Cristina Fernández nos habían desendeudado en muy buena medida -incluso con estrategias de dignidad ante los acreedores buitre- del acoso injerencista internacional, acoso timoneado por los intereses imperialistas. Ese desendeudamiento es un dato objetivo. Pueden criticarle al kirchnerismo el haber dado mas cobertura los ancianos atendidos por el PAMI que la que había antes de ellos y hay ahora, los pueden acusar de haber jubilado a muchos via moratoria que de otra manera hubiesen sido viejos indigentes, los pueden acusar de haber incluído socialmente a otros con la Asignación Universal por Hijo, culparlos del haber concretado la realización de satélites propios, pero no pueden acusar al kirchnerismo de no haber desendeudado externamente al país. Y en un año Macri lo endeudó de modo bestial. Si no me creen a mí, investiguen, consulten.
Así que por supuesto que abro el paraguas, porque ya empezó a llover. Cuando un gobierno nacional y popular vuelva al gobierno, ne será fácil reconstruir. Llevará tiempo, como cada vez que la derecha se va. Pero no lloraremos, mas bien haremos. Y en ese hacer estará el desafío de lograr la forma de defender a nuestra Patria del posible regreso de entreguistas apátridas a la Casa Rosada. Y esa defensa será en defensa propia, como pueblo argentino. Porque ya lo vimos, son ellos o nosotros. La"grieta" es histórica y es, ni mas ni menos, que la evidencia de dos modelos en disputa. Averigüen qué intereses e ideas fusilaron a nuestro Coronel Dorrego. Y averiguen a quienes fue funcional la presidencia de Bernardino Rivadavia.
El otro día coversábamos con unos compañeros sobre que ya probamos eso de considerar a lo peor de la concentración de la riqueza, a lo mas buitre de la oligarquía, como una parte a tener en cuenta cuando se gobierna. Y la verdad que eso no funcionó, esos tipos no quieren una buena porción de la torta: quieren toda la torta, y también la bandeja, y la mesa sobre la que se apoya la torta. Con mucho no les alcanza, por eso son el enemigo, por eso a la corta o a la larga traicionan a los intereses del colectivo social. Y, una pregunta: ¿existe una "burguesía nacional"? ¿Tiene real conciencia nacional y volumen aquello? Habrá que pensarlo también; al igual que lo anterior, es un debate abierto. Por ahora nos queda construir poder popular, construir política, consolidar nuestro proyecto de inclusión.
La última vez, con mentiras, con fuego amigo y otras yerbas, lograron llegar al gobierno a través del voto y no con las botas. Con los votos queremos sacarlos entonces y, por nuestro bien, atarles las manos. Que hagan sus negocios, que se entretengan tratando de evadir y especular, pero que lo hagan en el sector privado en todo caso, que ese sea su coto de caza y de canibalismo. ¡Que no nos vuelvan a joder la Patria nunca mas !
#PatriaSiColoniaNo
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