viernes, 24 de septiembre de 2010

La mentira tiene patas cortas

Otro interesante análisis presentando la Ministra de Desarollo Social:


La mentira tiene patas cortas:
Por Alicia Kirchner

Cuando los dineros previsionales fueron a parar a empresas privadas, que rápidamente lo utilizaron para sus negocios y negociados, muchos de los que hoy se quejan por la desaparición de las AFJP mantuvieron un silencio que podemos llamar cómplice .Ahí sí se trató de una incautación, un despojo, una transferencia a manos privadas del dinero de los trabajadores activos, que además era prestado al Estado por estas empresas con fines de lucro.
Y es necesario aclararlo, porque se insiste en sostener que el dinero del ANSES pertenece a los jubilados. Es una verdad a medias y como tal, termina siendo una falacia . El dinero que fue recuperado de los negocios privados, corresponde a los aportes previsionales de los trabajadores y a las contribuciones patronales, que históricamente fueron consideradas como “salario indirecto”, en tanto las empresas los ubican en el rubro del costo laboral y lo cargan en los precios.
De ninguna manera se trata de una acumulación individual de capital, que los trabajadores efectúan para el momento de su jubilación. En los ingresos jubilatorios, subyace la solidaridad intergeneracional, sin la cual sería imposible asegurar el futuro de un trabajador al momento de culminar su vida activa.
Lo que ha hecho el Gobierno es considerar –como corresponde- esos aportes y contribuciones como públicos y por tanto, sujetos al control y gestión del Estado. Es verdad que desde que nacieron las Cajas Jubilatorias, hubo situaciones de un vergonzoso despojo para fines nada claros. Pero no es el caso de la actualidad. Porque desde el año 2003 en adelante, los ingresos de los jubilados se han ido incrementando hasta llegar hoy a la Presidencia de Cristina Fernández, en que por ley se establecen dos actualizaciones anuales y que se viene cumpliendo a rajatablas.
A ello se suma la actualización e incremento de las pensiones no contributivas, una realidad sin precedentes que no merece ser obviada, como un verdadero aporte a la distribución de la riqueza y a la justicia social. De esta forma, jubilados y pensionados han dejado de deambular por las calles de todo el país, mendigando por sus legítimos derechos, aunque fuera un pequeño aumento. Ahora no son más beneficiarios, son titulares de un derecho que se ejerce y a su vez es reconocido por el Estado.
Mienten descaradamente algunos políticos cuando se preguntan por qué el ANSES financia determinadas actividades para el crecimiento del país, aduciendo que se les está sacando dinero a los jubilados . El sistema previsional argentino, fundado como en el resto del mundo en base a la solidaridad intergeneracional, nació cuando el país tenía sus fábricas abiertas y millones de trabajadores aportaban para que los que iban terminando su actividad pudieran disfrutar de la jubilación.
En aquel entonces existían hasta seis trabajadores activos que aportaban por cada trabajador pasivo. Estas cifras daban la pauta de pleno empleo y de la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, eran épocas felices para el pueblo !
Con los años, el modelo neoliberal fue cerrando las fuentes de trabajo y se fue poblando de desocupados el país. Fueron los tiempos del “achicar el Estado, es agrandar la Nación”, luego del “es mejor fabricar caramelos que acero”, del “fin del trabajo humano”, de las finanzas por encima del capital productivo. Y los aportes de los trabajadores se fueron licuando, junto con la dramática reducción de los trabajadores activos !. Cuando sostenemos que el mejor organizador social es el trabajo, lo afirmamos también por esta continuidad, esta extensión del trabajador, sostenido por quienes le siguen en su aporte al sistema.-
Tampoco es antojadiza la decisión de la presidenta, Cristina Fernández, cuando envió al Parlamento las modificaciones al Sistema Previsional. No hizo nada más, ni nada menos, que cumplir con las disposiciones constitucionales, que señalan que "el Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable”. Durante 14 años se violó la Constitución sin que se levantaran más voces de protesta que las de algunas organizaciones sindicales y otras de jubilados.
Ahora, el Estado no inmoviliza esa masa de dinero de los trabajadores. Sería necio hacerlo. Pero en lugar de utilizarla con fines de lucro, lo invierte en mejorar al país y a sus familias. Por caso, es bueno señalar la Asignación Universal por Hijo. No es dinero del Estado, no es dinero de los empresarios; es con dinero aportado por los trabajadores que el ANSES financia este ingreso, que incluye a más de tres millones de niños argentinos. Los trabajadores ayudan solidariamente a otros trabajadores, tengan o no trabajo.
Como dijera la presidenta, Cristina Fernández, “este es un acto de estricta reparación, pero será un acto de justicia, cuando cada padre tenga un buen trabajo, un buen salario y una buena casa”.
Haciendo ejercicio de memoria podríamos encontrar la génesis de las AFJP, en CHILE, cuando se instauró el sistema de capitalización individual que en 1980 dio lugar a las Administradoras de Fondos de Pensiones, fue durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. El sistema, actualmente presenta grandes grietas a la hora de visualizar el futuro de los trabajadores, porque esas empresas realizaron inversiones y negocios, especialmente en el extranjero, que las fueron desfinanciando. En todo caso, fue también una visión del neoliberalismo de toda la región, para imponer un individualismo suicida, que termina desestabilizando la institucionalidad de los países.
Pero también hay que mirar también hacia el viejo Continente parece que los jóvenes europeos se están negando a aportar al sistema previsional, porque lo consideran un impuesto más. De esta forma, se está quebrando la solidaridad intergeneracional, que es la base fundamental del sistema y es el que se sostiene en nuestro país !
Naturalmente que la única manera de recomponerlo en sus orígenes es volver al pleno empleo. Y eso es lo que estamos empeñados en lograr. Cada vez que se crea un puesto de trabajo, más ingresos se incorporan al sistema y la base se ensancha. Así ocurrió con los cinco millones de trabajadores que fueron recuperados para las actividades productivas en el país ! El trabajo abre puertas y asegura un futuro con justicia social para todos los argentinos.

14 de septiembre de 2010

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