Doce años de gobierno permiten hacer un balance en perspectiva. Los niveles de inclusión laboral alcanzados durante estos años de políticas activas con un Estado Presente (y presente del lado correcto) son interesantísimos, pero mas interesantes son los niveles de dignidad que se han alcanzado, por caso en la forma participativa de diferentes sectores al momento de buscar mejores resultados para el trabajador. Nunca estamos conformes, siempre decimos que mientras haya un sólo trabajador desocupado en nuestra Patria la labor no está terminada. Pero veamos los gráficos que siguen al pié de esta nota. Estos muestran una dirección clara, una previsibilidad que resulta tranquilizadora para los "laburantes". En los '90 estas condiciones no existían, y ahora existen porque se generaron deliberadamente. Con viento de cola o con viento de frente, si lo miramos desde contextos económicos internacionales.
No es magia, ni improvisación. Estamos a poco tiempo de votar, de elegir si el país continúa transitando por este sendero de certezas o apostar a un "veremos como hacerlo".
Claro que aparecen dificultades, como también es claro que el Proyecto Nacional que nos gobierna a demostrado tener herramientas políticas para responder cuando muchas de estas dificultades aparecen.
Muchos pre candidatos presidenciales hablan sin haber gestionado siquiera un club de barrio. Y hablan de modo pintoresco. Pero sólo un puñado de esos que hablan con la cámara encendida han podido hablar también a través de los hechos, desde los logros, desde la gestión.
Seguir avanzando, con las correcciones que se vayan considerando necesarias, o arriesgarse a lo pintoresco, o gracioso, "de puro guapo" o "de puro curda nomás".
Creo que no es recomendable jugar el destino de una Patria por el malestar reaccionario de Magnetto o la angustia existencial de Lilita Carrió,una de las que nunca gestionó ni una panchería; y menos recomendable es viendo los resultados que hemos logrado entre todos los argentinos en materia de inclusión social, de desarrollo comercial, de derechos humanos, de recuperación de la hasta hace pocos años maltratada marca "industria argentina", de reestatizaciones estratégicas, entre otras conquistas. Lo que falta ha de conseguirse por este camino de unidad, organización y solidaridad, porque ya no podemos volver a entregar nuestra agenda político-económica a corporaciones o embajadas injerencistas.
Desde el Consejo del Salario el Gobierno anunció que el nuevo salario mínimo, vital y móvil será de 6.060 pesos. Vamos por lo que resta conquistar, pero de la mano de quienes han conseguido resultados, y desoyendo los cantos de sirena de quienes atrasan 15 años o no saben como hacerlo pero "leyeron una vez alguna cosa en un libro de Trotsky"
Nuestros hijos agradecerán nuestra responsabilidad. Lo que viene no es una timba, en donde uno puede tirar una fichita para ver que pasa; esto es La Patria y el futuro de nuestros pibes.
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(Imágenes de la página del Ministerio de Trabajo)
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