-Por Fabián Curotto-
Hace unos años nos acusaban desde un medio liberal, a los peronistas que nos sabemos kirchneristas, de reeditar la 'antigua' antinomia de Unitarios y Federales. La historia siempre va dando la razón a nuestros argumentos, y para muestra podemos ver el armado porteñísimo del PRO, que hasta en su fórmula a la gobernación de la provincia de Buenos Aires había puesto a dos funcionarios del gobierno de la ciudad, y que por fuertes presiones tuvo que abandonar su obcecación ultra capitalina, que es convicción, y poner como candidato a vice gobernador a un radical antipersonalista de la provincia (si, reedito también la antinomia 'personalistas - anitipersonalistas'... por vigente).
Recordemos que la fórmula para presidente y vice Mauricio Macri-Gabriela Michetti es totalmente porteña.
El espíritu liberal y unitario es parte esencial de la identidad del PRO, y es también su evidente límite por estos dias. Ni en Santa Fé, una provincia con serios problemas en donde Macri apostó por un humorista soez que triunfo en los escenarios de...¡ la Ciudad de Buenos Aires !, pudo usar el PRO su pintura amarilla.
Es en los hechos un partido vecinal, un vecinalismo que piensa en la Ciudad como centro, como identidad, como ombligo.
Nombren un caudillo provincial que dé "la vida por Mauricio" y realmente me sorprenderé.
El porteñismo militante ha generado una mirada a lo largo de nuestra historia, y -ahora si- hablando de caudillos de verdad, nuestra historia está mojonada por aquellas concepciones de como organizar la Patria, si de cara al interior o de espaldas a las provincias. La mayor parte de nuestra historia demuestra que el puerto ganó, que le torció el brazo al federalismo, con la prepotencia de la billetera, con los aliados europeos y europeizantes, y con el relato vertido por tribunas de opinión muy influyentes, como el Diario La Nación desde fines del Siglo XIX. Los trazados ferroviarios corrieron hacia el puerto; el interior era lo que había que explotar y Europa el Dios a alimentar. No estoy en contra del imprescindible comercio exterior, pero si estoy en contra de endiosar a lo foráneo; tal idealización no suele favorecer comercialmente al genuflexo. Los buenos negocios no se realizan sintiéndose sirviente del otro ni diciendo que si a cada una de sus exigencias.
Ahora vemos que este partido tiene características tan vecinalistas que le cuesta respetar los acuerdos integristas de todo frente .Pues se supone que con el sello Cambiemos se intentó armar algo semejante a una alianza, pero por su identidad tan porteñista el macrismo no sabe como negociar con eficacia con el interior del país, y esto es evidente.
Por los datos dados, estos unitarios son seres solitarios, apoyados ideológicamente por alguna oligarquía y por reaccionarios variopintos, algunos mas moderados pero también de esos que sienten asco cuando ven a un trabajador humilde (y encima morocho) conseguir derechos que lo igualan al resto de los habitantes del país.
Esta soledad en la concepción del poder se presume aristocrática. Unos pocos que se consideran iluminados -algunos ingenieros, otros empresarios; perfiles técnicos sumados a tipos que pueden recitar de memoria el listado de los embajadores yankis de los últimos cien años- y que se creen mas capaces que otros porque estiman que saben como hay que manejar la aduana y un par de cosas mas.
Este vecinalismo -cuyo núcleo duro actual lo suscribo al mapa que adjunto- pretende gobernar un país que no alcanza a entender, y particularmente creo que no busca entender en sus múltiples facetas, en su diversidad. A sus referentes no los noto interesados en eso, pues leer encuestas ya les consume mucho de su tiempo. Y si los apuramos dirán que con la pampa húmeda alcanza. Pues no les parece mal reducirnos al rol de exportadores de granos, y a todo lo que falte lo explicarán con algo que ellos llaman 'derrame', con algo que no existe.
Miren el mapa al pie, incluye cinco barrios de la Ciudad de Buenos Aires, los barrios en donde pudo ganar mas cómodamente en la última ajustada elección a Jefe de Gobierno el candidato de Macri, o de Durán Barba, nunca queda claro eso. Son las zonas mas cercanas al puerto del que les hablé -que es un puerto concreto, pero que también opera como símbolo- y que sean esos barrios no es casual. Justamente desde esos barrios se miraba a Europa como modelo y como identidad en otros tiempos... ¿en otros tiempos?
Los barrios portuarios, que con tanto entusiasmo votan al PRO, son principalmente Barrio Norte, Recoleta y Belgrano.
Piensen si esa concepción tan limitada y parcial de la realidad argentina -y latinoaméricana- puede gobernar DE MODO JUSTO un país tan grande y tan diverso. Yo estoy muy seguro que de ninguna manera puede hacerlo con Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política... y tampoco con espíritu solidario, su entendimiento de lo nacional es extremadamente acotado, por lo territorial pero sobre todo por lo identitario.
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