miércoles, 25 de noviembre de 2015

Mintieron y nos insultaron, ahora piden Unidad. Ya digo NO

-Por Fabián Curotto-

Es increíble el nivel de caradurismo que ostentan muchos dirigentes y segundas líneas de la alianza antiperonista. Durante años nos trataron de larvas, de militantes rentados que hacíamos todo por dinero y nada por convicción. Y ahora que tenemos una oportunidad mas clara de probar con hechos que cada paso que dimos, que damos y que daremos es por plena convicción... nos piden fundar la Gran Aldea de la Tolerancia, y por si fuera poco, a partir de visiones de país totalmente incompatibles.

Quienes hasta ayer fuimos según ellos los choriplaneros asquerosos y los negros descerebrados, ahora, al parecer, deberíamos limpiarnos los escupitajos y decirles que sus agravios y sus "viva el cáncer" debieron ser tan solo un cúmulo de malos entendidos, y que simplemente está todo bien, "it's all right", según su lengua madre.

Uno de los integrantes preponderantes del gobierno que viene y que presenta como mascarón de proa a la figura de Mauricio Macri, me refiero a Héctor Magnetto, no ahorró agravios y falsedades a la hora de querer sacar de la arena política a entrañables compañeros míos durante la última década. Y como él, muchos.

Ahora mismo no cejan en su afán de alentar esa "grieta" que les fue funcional a la hora de construir alianzas, diciendo que apuntan a cambiarle el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner, o desde un exultante diario La Nazión que pide desde su editorial del lunes un inmediato giro de 180 grados en la política de Derechos Humanos argentina. Y en simultáneo tienen la desfachatez de pedirnos, con modulaciones pastorales, consenso y colaboración. Ello se da mientras avanzan con la anti democrática voluntad de pedir la remoción de funcionarios cuyos mandatos institucionales no finalizan este año, como en el caso de Tristán Bauer, entre otros.

Cuando uno pide colaboración, eso de "empujar todos para el mismo lado", debe hacerlo en base a acuerdos programáticos claros y coincidentes, no por simple voluntarismo o por urgencia propia.

A partir del 10 de diciembre seremos la oposición, una oposición sin odios arbitrarios pero con una memoria a prueba de balas. (En tiempo real, mientras escribo esta líneas me acaba de llegar un SMS de Movistar avisándome que a partir de enero próximo se me aumentará sustancialmente el costo de mi plan sin que se amplíe ninguna prestación. El "efecto Mauri" ya empezó a comernos el bolsillo desde hace unos dias).

Retomo lo anterior. Nos piden "empujemos todos para el mismo lado". ¿En que cosas? Acaso sueñan en que los ayudemos codo a codo en esta embestida que preparan por órdenes directas de la embajada yanki, para cometer injerencia en la política interna de Venezuela, con intención de debilitar a su gobierno constitucional. En ese caso primero quiero decirles que en lo particular no me complace el empezar a recibir órdenes de un pais que día tras día bombardea y asesina poblaciones enteras en diferentes partes del mundo, con la excusa de aniquilar a terroristas que propiciaron ellos mismos. Esto que acabo de expresar me parece inmensamente mas grave que la situación particular del tal Leopoldo López, venezolano detenido por planificar, como está demostrado, un golpe contra Nicolás Maduro. Vale decir, no cuenten con nosotros para empezar a desarticular por intereses que son ajenos a los nuestros las relaciones políticas con los países integrantes de Mercosur y Unasur. ¿Nos van a pedir amorosa unidad también cuando arranquen con sus mercantiles ansiedades privatistas?

No empujaremos todos para el mismo lado, porque no vamos a convalidar de ningún modo que después de haber concretado la estatización de más del 50% del capital accionario de YPF se sugiera para conducirla a través del Ministerio de Energía y Minería 
el nombre del ex CEO de Shell, Juan José Aranguren. Parece una burla, pero es directamente un insulto.

Creen que estamos distraídos y nos olvidamos de las cartas de Elisa Carrió dirigidas a embajadas extranjeras para intentar dañar el avance diplomático de nuestro país en el plano internacional. O que olvidamos los estrechos vínculos de Laura Alonso con los Fondos Buitre. O que nos distraemos de que mientras ahora hablan de repudiar toda corrupción siguen sin separar a los funcionarios que le regalaron tanto dinero público a Fernando Niembro, el alfil que se resignó para ocultar esa mugre de los ojos de aquellos a los que pueden adoctrinar televisivamente. Y podría seguir dando muchísimos ejemplos.

Si soñaron con una concordia, digna de un novelita romántica, les pido que sean realistas y miren qué tipo de medidas proponen para implementar su restauración liberal-conservadora, y van a comprender cada una de mis palabras. Somos ya una firme oposición, de cara a cada una de las cosas que muestran e insinúan. Menos en aquello de "pobreza cero" que prometió el vocero de las corporaciones durante la campaña. Pero con la guadaña que vienen me parece que la intención tiene mas que ver con el exterminar pobres que con el incluirlos a la sociedad de un modo digno. Claramente seremos propensos a acompañar cada medida que tienda a ampliar oportunidades y derechos para los sectores populares, pero seremos irreductibles cada vez que constatemos que se intentan priorizar privilegios para los sectores corporativos en detrimento de los derechos de las mayorías.

Esto que digo no es de ninguna manera en contra de los vecinos que pensaron que el ideario del PRO era la Revolución de la Alegría, pues yo también en algún momento de mi vida leí con ilusión -que en perspectiva juzgo candorosa- algunos libritos de autoayuda o reflexiones cargadas de pensamiento mágico. Cómo acusarlos a ellos, si les generaron con indiscutible eficacia marketinera ni mas ni menos que una gran expectativa, y sabemos que no es poca cosa lograr en el otro un sentimiento de esperanza, por mas que termine siendo un espejismo. Y considero también a otros votantes, seguramente mas analíticos y muy racionales, que vieron sinceramente en la figura de Macri a un descollante Estadista y sintieron que debían votar en consecuencia. A ninguno de los recién mencionados van mis dardos, pues probablemente a muchos de ellos los deberemos asistir de modo solidario, como corresponde, durante los próximos años. Mis dardos políticos, y los de tantos compañeros, apuntan directamente a quienes desde hace años planifican un retroceso, apuntan a quienes planean darle protagonismo a los que dicen que "nuestras Malvinas ya no son nuestras" y van contra quienes programan un rumbo contrario al respeto de nuestros derechos adquiridos. Y cada dardo se dirige también hacia quienes intenten meternos en conflictos internacionales que alteren los intereses soberanos de nuestra Patria Grande, hasta hoy zona de paz.

Dejo al final de estas consideraciones, algunas imágenes que darán a todos claras señales del tipo de "diálogo" que estuvieron dispuestos a establecer hasta ahora esos sectores reaccionarios que hoy piden la unidad del agua con el aceite, y una pronta reconciliación utilitaria. Una unidad que nosotros, los herederos de las luchas populares del Siglo XX, con nuestros perseguidos, nuestros fusilados y nuestros desaparecidos, ya les anunciamos que es absolutamente imposible, de no cambiarse los términos. No se confundan, no es odio, es Memoria. Es el pedido que nos hace el casi 50% de la sociedad que nos ha votado. Y es también conciencia de en qué lugar de la historia elegimos pararnos, sabiendo, como dice Cristina, que un país no es como una empresa, en donde el balance se realiza en los términos economicistas de cuanta guita entró y cuanta salió; en una Nación el balance se pondera en términos humanos, viendo cuanta gente está incluída y cuanta no. Somos peronistas y evaluamos las realidades en términos políticos, no somos asépticos tecnócratas con impronta gerencial. Cualquier gobierno que a esta altura intente manejarse en términos empresariales, conocerá el fracaso en Argentina. No es amenaza; es claro aviso de que somos democráticos, pero a la vez no estamos dispuestos a volver a comer de la basura esperando "derrames" que nunca ocurrirán. Y que considere el próximo gobierno pedirle un poco de republicanismo a sus aliados del Partido Judicial, a quienes los vemos casi siempre jugando en favor de los poderosos; se me vienen ahora las continuas cautelares a favor del ilegal Grupo Clarín, pero hay muchos otros casos.
Si gobiernan pensando en el pueblo y en cada trabajador, no hay ningún peligro a la vista, realmente ninguno.


Hoy parece que les "urge la unidad". Miren las fotos y verán quienes nos piden un abrazo imposible para poder llevar a delante una agenda que no es la nuestra.


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